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Paul Thomas Anderson, el maestro del detalle

Gory Patiño

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Un artista que no se reinventa, muere… pero debe mantenerse firme en sus convicciones, sin importar el paso del tiempo…. es el manifiesto creativo de uno de los directores y guionistas vivos más importantes del Nuevo Cine Americano: Paul Thomas Anderson o PTA, como se le conoce en Hollywood.


Considerado como el mesías que resucitó a Hollywood en los 90s, PTA, a sus 48 años, es el niño pródigo que sacudió a la industria con títulos aclamados como Hard Eight, Boogie Nights, Magnolia, Punch Drunk Love, The Master, Inherent Vice, There will be Blood y su última producción, Phantom Thread. Ha sido nominado ocho veces al Oscar como director, productor y guionista pero Anderson siempre dice al final de las ceremonias, que prefiere ganar el Life Achievement Award una vez deje de trabajar que ser premiado sólo por uno de sus filmes.


¿Pero cuál es el secreto de Anderson? ¿Qué tienen en común sus películas? En una entrevista el cineasta comentó que sus guiones obedecen al viejo adagio que no se debe permitir nunca que el espectador se adelante a la historia. Y precisamente eso resume el cine de PT Anderson: Su propuesta no se repite, mantiene una rigurosidad absoluta y se enfoca en el detalle.


PTA nació y creció en el Valle de San Fernando en California, lugar donde se filmó su tercer largo Magnolia… película que narra varias historias que se entrecruzan una misma noche. El filme, pese a que fracasó en taquilla, confirmó el talento de Anderson después mandar su guión al mega productor de New Line Cinema, Michael de Luca, que quedó loco después de leerlo. El filme no sólo catapultó la carrera de Mark Wahlberg, que hizo el papel central del astro porno de los 80s, Dirk Diggler, sino que también lanzó al estrellato a Julianne Moore y revivió la carrera de Burt Reynolds quien interpretó a un productor de cine XXX, papel que le
valió una nominación al Oscar a Mejor Actor de Reparto al igual que a Moore que hizo de su esposa, una actriz porno cocainómana. El guión de PTA recibió una nominación al Mejor Guión Original y el resto es historia.


Anderson comenzó a hacer películas a sus doce años motivado por su padre, Ernie Anderson, un actor de TV y películas de terror que le compró una cámara Betamax para que empezara a filmar cortos. Con esa cámara, Anderson dirigió un mockumentary sobre Dirk Diggler, personaje que le serviría de inspiración para escribir Boogie Nights, años más tarde.


En 1993, Anderson juntó 20 mil dólares entre el dinero de su padre para su universidad y una tarjeta de crédito de su novia. Con ese presupuesto, PTA rodó Coffee and Cigarrettes, un cortometraje que narra múltiples historias que giran alrededor de un billete de 20 dólares. Esta estructura luego le sirvió de base para escribir Magnolia.


Coffee and Cigarrettes fue admitido en el Festival de cine de Sundance. Un año después, PTA ingresó al instituto de Sundance para desarrollar Hard Eight, su primer largo que fue producido por su mentor en el programa, Michael Caton Jones, director de The Jackal y Basic Instinct . Hard Eight, cuyo título original era Sydney, basado en un personaje de Coffee and Cigarrettes, es un thriller policial protagonizado por Phiillip Baker Hall y John C Reilly, actores que acompañaron a PTA en casi todos sus filmes. Hard Eight se estrenó en Cannes y fue aclamada por la crítca.


Después de Magnolia, Anderson dirigió Punch Drunk Love y ganó el premio de Cannes al Mejor Director. Pero el filme que convirtió al cine de Anderson en cine de autor fue el drama épico There Will Be Blood, basado en la novela Oil! de Upton Sinclair, película que no sólo le otorgó el tercer Oscar a Daniel Day Lewis como Mejor Actor, sino que la película fue considerada por la crítica como una obra maestra y el mejor filme del 2017 por el New York Times. 


Sin embargo, después del éxito de There Will Be Blood, PTA no pudo repetir su éxito. Inherent Vice, filme basado en la novela policial del mismo nombre escrita por Thomas Pynchon, dividió a la crítica que en parte la elogió y la destrozó. Sin embargo, el guión de Anderson fue una vez más nominado al Oscar.


La penúltima película de PTA es The Master, protagonizada por otro de los grandes actores que aparecieron en muchos de sus filmes, Phillip Seymour Hoffmann, quien lamentablemente dos años más tarde fue encontrado muerto en su departamento en Nueva York a raíz de una sobredosis. The Master ya presentaba un estilo diferente al cine que PTA había realizado anteriormente: Este era estilo más clásico enfocado en los detalles. Si en Boogie Nights y Magnolia el cineasta movía la cámara en largos planos secuencias perfectamente coreografiados, ahora su lente es más calmo, más contemplativo.


Y este año, el que fue fan de Martin Scorssese y llegó a ser comparado con su ídolo, ahora es considerado como el Ingmar Bergman de estos tiempos. La nueva película de PT Anderson, El Hilo Fantasma, es una sublime historia de amor enfermo y obsesivo entre un renombrado modisto y una joven mesera que se convierte en su musa y amante. El filme es la penosa despedida de Daniel Day Lewis de la actuación. Y lo hace en alto. Una vez más nominado al Oscar como Mejor Actor al igual que PTA a la Mejor Dirección.


La idea del guión se originó una vez que PTA se enfermó y su esposa pasó un largo tiempo cuidándolo, ahí desarrolló el cineasta el síndrome de Münchhausen, cuando el enfermo inventa síntomas para ser atendido, y decidió escribir sobre eso. Anderson plantea en el filme que una historia de amor está mucho más cerca de
un thriller o de una película de terror, que de una comedia romántica.


Además, Phantom Thread, considerada como una de las mejores películas de Anderson a la fecha, tiene la inevitable comparación de su personaje central, un diseñador de modas obsesivo con el detalle, con el director, el maestro del detalle:
El cine tiene mucho de artesanía, de ser capaz de entender que en cualquier detalle se resume el conjunto de la obra entera.

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